domingo, 23 de diciembre de 2007

Para volver a creer



Liquidamos el 2007.
Sobre fin de año estamos sacudidos por la angustia. Y una pobrísima esperanza.
La violencia tiñe cada día nuevo. Acá, en Bahía Blanca.
Ya se escucha, cerca nuestro, “que vengan los muchachos”. O sea, los de los escuadrones de la muerte.
Estamos marchando a una guerra civil. El gobierno parece no saber cómo arreglarlo. Nos tendremos que enfrentar contra los armados. Habrá que llorar a nuestros seres, uno por uno, a medida que los hieran o los maten. ¿Sabremos ahogar la impotencia que crece tras cada robo, cada fallida captura, cada liberación insólita?
Viviremos desconfiando de la policía, cuanto más concentrada más incontrolable.
Tenemos que encauzar todo dentro de las instituciones.
Esta Ciudad tiene un Intendente que es el representante de los vecinos. Tiene concejales, voceros de distintos sectores.
¿Sirve acaso que el Intendente se muestre reclamando ante la Provincia por más seguridad mientras que nada se soluciona? ¿Cuánto provecho ha significado esa comisión de seguridad integrada por las fuerzas vivas bahienses? Quizá, los carteles de vidriera que reclaman seguridad.
No. El Intendente y sus funcionarios tienen que estar junto al vecino: al vecino maltratado, al indefenso, al asustado. Tienen que acercarse siempre y mucho para que se sepa que lo que le pasa a alguien es un problema de todos. Que no pueden vivir amenazados después de haber sufrido la violencia. Que tienen derecho a la Justicia y sus recursos de investigación, captura y represión.
Al lado de cada bahiense humillado tienen que cantar “Presente” el Jefe comunal o sus asesores. Esas comisiones tienen que moverse para asistir directamente al desconsuelo y reclamar de la policía la acción forzosa.
Todo el País está pasando por esto. Las grandes diferencias entre pobres y ricos, la enorme concentración de riquezas y oportunidades en pocos, el “todo tiene un precio” o “todo se compra y se vende”, la vergonzante impunidad, abonan una frustrada y agnóstica actitud hacia la República.
Empecemos por las ciudades y los pueblos acercando al funcionario a quien más lo necesita. No, para hacer negocios. Para sobrevivir, nada más.

martes, 18 de diciembre de 2007

¿Cómo se calcula el presupuesto bahiense?


El presupuesto municipal reclamará mil pesos por familia bahiense.
El proyecto del Ejecutivo propone un gasto que dolerá esa suma por unidad familiar, si consideramos que sólo la mitad de los hogares está en condiciones de sufragarlo.
Se debe dividir 366 millones por cuarenta mil y da ese resultado.
Cabe razonar lo siguiente:
1- De los 400 y pico mil millones que produce el País anualmente, descontando no menos del 50% para reproducir el capital instalado, podrían adjudicarse 2 mil y algo a Bahía Blanca, dado que somos 1% de la población nacional. Por ende, cada familia bahiense obtendrá en promedio (siempre reconociendo que no más de la mitad disfruta una condición de holgura) unos 4 mil pesos mensuales de ingreso.
2- La Comuna absorberá una cuarta parte de esa última cifra. Será para recolectar residuos, reparar baches, asfaltar, atender la salud pública (compartiendo discutiblemente esa función con la dotación del Hospital Interzonal Penna), controlar alimentos, cuidar el tránsito y velar por el transporte. Además, finalizar y pagar la Terminal de ómnibus de larga distancia (que es negocio de las empresas de colectivos). Deberá también subsidiar lo que quede del sistema de movilidad intraurbana, que se complementa con un servicio de taxis de los más caros y desparejos del País.
3- Corresponderá que el Municipio observe el frágil esquema de provisión eléctrica y el problemático abastecimiento de agua potable.
4- El plantel de la Comuna supera las 3 mil almas y los salarios varían desde los 3 mil a los mil (entre los estables), pasando por 4, 6 y 8 mil para los funcionarios políticos. Y 20 mil, el Intendente. Se informó que 140 millones irán en 2008 a los bolsillos de empleados y jerarquizados. Aparte, se mantiene un cupo importante de contratados por unos 300 pesos al mes, sin derechos laborales ( y todas las tareas de limpieza derivadas a una cooperativa que le alivió considerablemente el problema al erario: por los aportes ahorrados).
5- El gasto municipal pasó de los 120 millones del gobierno de Rodolfo Lopes (2004/ 2005) a 366 en la confirmación de C. Breitenstein. Si no puede explicarse ese aumento en un impactante cambio en los servicios de salud, aseo, y acopio de basura, del parque automotor, de pavimentos o edificios comunales, ¿cómo se justifica semejante modificación?

Da que pensar en que lo que estamos pagando de más en este lustro no parece capitalizarse en la Ciudad, sino afuera.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Irracional Justicia de Faltas


Entraron en vigencia los nuevos valores de las multas de Tránsito. Es justicia de orden municipal y los importes son fijados por ley provincial. No se modificaron aún las del sistema de estacionamiento medido.
Hasta ahora, las infracciones se dividían en graves y leves. Las primeras se castigaban con cien pesos y las suaves, en 25 y 30. Se admitía reconocimiento de culpas previamente a las audiencias y aprovecharse de descuentos del 25 y 40%.
Alternativamente, las faltas sometidas a dictamen del juez pueden caer en la multiplicación de las penas según reincidencias.
Desde estos días, los ilícitos de Tránsito son prácticamente todos graves. Y significan no menos de doscientos pesos iniciales.
El propósito explicado por las autoridades (bonaerenses) es el de defender los derechos humanos y corregir las anomalías que originan dolientes pérdidas. Todavía se está a la espera de la aprobación del Congreso. Es decir, todo se maneja con marco de necesidad y urgencia ejecutiva. No obstante, el esquema tuvo origen en enero y se puso en práctica sólo recientemente.
Hay una cuestión fundamental que no se corrige.
Quienes mandan, generan y aplican las leyes, pretenden hacer justicia sin respetar la equidad. Suponen que todos estamos en muy pareja (e irreal) situación económica. Porque si no, no puede entenderse de otro modo que pudientes y necesitados tengan que pagar en moneda para recomponer conductas indebidas al volante.
Si se es realista, no puede dejar de admitirse que hay cada vez más diferencias entre ricos y pobres. Y es obvio que una multa de 200 pesos será mucho menos significativa para unos que otros. Aquí no hay equidad: por lo tanto, no existe justicia.
Para colmo, quienes ejecutan, legislan y juzgan sigan pretendiendo hacer democracia desde sus escritorios. Urgidos por la violencia creciente y la imprudencia de conductores y peatones y la furia de los noticieros que azuzan la angustia de sus espectadores con imágenes de sangre y desazón, se pretende castigar aumentando multas.
Lo que más se consigue es ampliar la injusticia.
Todo esto se da en un escenario bahiense con cada vez más coches, menos espacios de estacionamiento, más publicidad de autos y motos picantes y un espíritu corrector que está en deuda con lo democrático. ¿Por qué? Porque no es conveniente comprometer las libertades: ¿cómo penar a quien no usa casco al manejar una motocicleta? ¿En mérito a qué? El derecho actúa en el arbitraje de intereses de partes. Lo otro es propio de la moral. Esa intención relativa al casco puede llevar impensadamente a castigar o impedir un culto religioso; o una lectura o un espectáculo. El derecho no puede obrar en prevención. Para eso existe la educación o la persuasión.
Ocurre que en una sociedad como la nuestra, amamantada en lo disciplinante y represivo, se admite que la ley opere sobre lo moral. Eso es perjudicial a la democracia.
La mayor parte de la legislación de Tránsito es preventiva. Y seguramente ha conseguido muy poco en materia de seguridad. De otro modo, no estarían aumentando las multas.
El castigo más razonable debería caer sobre el permiso que otorga la sociedad para ejercer un derecho: la licencia de conducir, de llevar adelante un comercio, etc. Se podrían acortar los plazos de esas concesiones. Pero, no, recurriendo a una pena pecuniaria. Es inequitativa: injusta.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Les ponemos la tapa


Por cortesía, dado que nos hacen saber permanentemente las nuevas tapas, y por respeto a la que es considerada la publicación mejor lograda del País, aquí va la presentación más reciente.

martes, 4 de diciembre de 2007

SINGULAR DISTINCIÓN CIENTÍFICA REGIONAL


El Comité de Adolescencia y la Red de Adolescencia de la Filial Bahía Blanca conjuntamente con el Departamento de Matemática de la Universidad Nacional del Sur presentaron un trabajo en el " 4º CONGRESO ARGENTINO DE PEDIATRÍA GENERAL AMBULATORIA" , el cual, entre 300 trabajos libres, resultó preseleccionado para opción a premio.
La obra, que demandara un año y medio de preparación, titulada: "Bullying, Agresores, Victimas y Testigos del Maltrato entre Iguales", recibió el día 24 de Noviembre de 2007, por unanimidad del jurado el 1er. Premio al mejor trabajo científico.
Los autores llevaron a cabo un trabajo de campo en catorce instituciones educativas de Bahía Blanca, Puán y Benito Juárez mediante una encuesta autoadministrada y anónima a 616 alumnos.
Los autores son: Dra. Liberti María Cristina ; Dra. Cohen Guinsburg Adelfa ; Dra. Dolcini Martha ; Dra. Ipiña Aída Luz y Lic. Wajner Graciela, del Comité de Adolescencia; Lic. Serralunga María Gabriela y Master Yáñez Loreto, de Universidad Nacional del Sur; Lic. Asnes Mariela ; Lic. Bécares Pedro ; Lic. Crego Elizabet ; Lic. Dinoto Nora ; Docente Ferrara Aldo ; Dra. Santamaría Silvia y Lic. Vergara Diana de la Red de Adolescencia.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Volver a los Partidos


Esta pretensión de democracia no puede funcionar sin partidos.
La economía ha sido tomada por los grandes grupos financieros y las respuestas sociales sólo podrán ser instrumentadas por los partidos. Históricos o nuevos.
Es imprescindible recuperar la escuela de dirigentes. Necesitamos reparar los vínculos con la universidad, con el gremialismo patronal; con el sindicalismo obrero.
Debemos recomponer los canales de representatividad: hay que consolidar las bases vecinales y los canales de comunicación con el Partido y los Concejales.
Hay que respetar más que nunca las voces juveniles e insertarlas en la conducción de las agrupaciones.
Tenemos que encontrar los representantes genuinos e investirlos del rol dirigente para asegurar pasión y dinámica. Hay que promover el debate, alentar las ideas, impulsar las individualidades valiosas.
Los grandes intereses financieros han copado a los medios de comunicación para modelar la opinión pública. Se instalaron en los sitios que corresponden insoslayablemente a los Partidos. Y nos empujaron al vaciamiento.
Esta intención de democracia requiere agentes políticos sólidos: instituciones eficaces que escuchen las urgencias populares y diseñen las vías de solución. A la vez, que controlen a funcionarios y autoridades.
Hay que derribar este sistema de figuritas temporarias, como el que se viene mostrando en cada convocatoria electoral. Las vedettes circunstanciales no generan continuidad política. Eso le corresponde inevitablemente a los partidos. Y para eso tienen que confirmar presencia y continuidad.

La reivindicación reclama un fuerte trabajo de bases. Volver al vecino, al encuentro barrial. Presentar un proyecto con propuestas que abracen la convocatoria juvenil, asociando la presencia de ambos grupos de edad.
Habrá que elaborar diagnósticos barriales a partir de encuestas simples, que identifiquen prioridades.

1- Convocar a representantes barriales;
2- Promover lugares permanentes de reunión;
3- Originar medios de comunicación barriales: impresos, radiales, etc.;
4- Desarrollar encuestas de base que permitan reconocer problemas y prioridades de los distintos sectores;
5- Buscar presencia asidua en los medios para difundir el progreso de esta reivindicación;
6- Reunir periódicamente a los representantes sectoriales;

La labor de base implica recomponer los vínculos con las instituciones del trabajo y la gestión cultural: sindicatos, gremios empresarios, medios educativos y de recreación popular.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Desdeño por reforma tributaria


Las urgencias electorales con su fastidioso ritmo bienal desvirtúan el tratamiento de los temas sociales de fondo. Es el caso de la reforma tributaria, afecta la asfixiante distribución actual de los resultados del trabajo.
Uno de los gravámenes más significativos a la hora de recaudar es el IVA. Castiga cada gasto, cada compra de pudiente o impudiente. Se esconde en el precio y probablemente quede a mitad de camino a las arcas públicas por facilidades que se dan a sus agentes de retención. Es que este bendito impuesto forma parte del precio de bienes que en economías recesivas cuesta cada vez más vender. Para el vendedor es parte valiosa de un ingreso al que accede con un mayor esfuerzo en la medida de su tamaño empresario.
Para el comprador es una quita grande a su capacidad de gasto. La situación afecta al volumen de bienes que la economía puede alentar productivamente, sin permitir generar más inversiones y más empleo.
Además, la conciencia estatal de lo que se evade (lo que queda en el camino recaudativo) fuerza a sostener tasas descomunales (de hasta el 17.5% del precio final). Observemos que de cada 100 pesos de venta al público, 17 y medio por ciento se destinarían al IVA; más un 3 a un 6% que se queda la provincia por Ingresos Brutos; más otro 1% que absorbe la municipalidad. Tomando 66 pesos como razonable costo de las mercaderías vendidas por aquellos cien, nos dejan algo así como un 10% para la ganancia del vendedor, más la parte de lo que le será stock no realizado, más alquileres, luz, algún sueldo, gastos financieros, otros impuestos, etc. Es algo, a todas luces, sin sentido.
Por eso las urgencias electorales niegan espacio a estas correcciones. Y la crisis se amplía.
¿No sería más razonable gravar directamente los ingresos de la gente, restando un porcentaje a cada sueldo (siempre que se cobre a través de los bancos, por tarjeta de débito y sea más fácil esa retención)? Así, la quita sería proporcional y permitiría evadir sólo sobre los ingresos no “negreados”.
En cadena, esa recaudación será coparticipada por los otros estamentos oficiales.
Claro que se tendría que entusiasmar a la dirigencia gremial a reclamar (para su propio beneficio) un mayor blanqueo de los salarios.
Y si al Estado no le alcanza con lo que recaude, que empiece a pensar en cómo cumplir bien y más barato lo que debería estar haciendo mejor. Lamentablemente, el cálculo presupuestario arranca en lo que se puede llegar a gastar. No, en lo que convendría llegar a quitar de la economía de mercado para que lo consuma la administración pública.
Los impuestos están desnaturalizados y sólo significan instrumentos para acercar dineros al gobierno. Aquel concepto de que se grava a los que más pueden para asistir a los que necesitan quedó corrupto por la monopolización destructiva de la economía.
Como lo enseña el humanismo económico que pregonamos, hay que mezclar y dar de vuelta. Anteponer las necesidades sociales a los réditos de los poderosos. Los impuestos tienen que servir para recuperar una sociedad equitativa, estable, alentadora y armoniosa.
¿Alguien piensa que, así, se podría llegar a algo bueno?

viernes, 19 de octubre de 2007

Antorchas


Otra vez, el Cine. El Buen Pastor relata la historia de la CIA, nacida después de la segunda guerra mundial y al servicio de la expansión del flamente imperio.
Robert De Niro ajusta en casi tres elegantes horas una descripción de la naturaleza y funcionamiento de las áreas de espionaje y contraespionaje de los EEUU.
En oportunidad de la guerra fría, la CIA se enfrentaba a la KGB (a pesar de que, como se reconoce el el film, la URSS era un invento engrosado por el imperio para su justificación extendiente).
El gran valor de este arte, como lo apuntamos en Munich es la presentación de hipótesis sobre la realidad sociopolítica: De Niro afirma que la CIA está corrupta, infiltrada.
Lo cierto es que los organismos de inteligencia, inmunes al control democrático, son la herramienta del poder real, el de los monopolios de las finanzas, dispuestos para el control de los gobiernos (propio y ajenos).
Nos colman estas expresiones, canalizadas a través de la estética, apetentes por abrir los ojos de los que quieren pensar (y actuar). Bien se ha dicho que son los artistas y los intelectuales los que portan las antorchas del camino a la reivindicación humana. De Niro, Spielberg, Clooney, Robbins están en ese sendero.

sábado, 6 de octubre de 2007

Ciudadanos Sin Lustre



Este espacio estará dedicado a aquellos vecinos que desprecian la buena vida en convivencia. A los que ignoran respetos básicos que ayudan a ser, tolerar, acompañar.
Incluye a los patrones desinteresados en la seguridad de sus empleados, como los muestra la imagen en que se los ve en una obra de Vieytes 400, a más de 30 metros de altura, trabajando sin casco ni arneses. Claro que en esto va el reproche a los de la UOCRA, del Ministerio del ramo, etcétera.
También a los responsables de los camiones que entorpecen la civilización del tránsito interponiendo exagerados camiones (inconcebibles en el reparto de mercaderías a minoristas), asociándose a la desidia de agentes municipales que no controlan nada ni a gremios empresarios apáticos al establecimiento de reglas de juego claras para todos.
Incluye a quienes se mofan de la salud ajena y entregan baldes de cremas heladas parándolos en las veredas donde se saliva, se defeca y contamina.
Esta es una sección que invitamos a ocupar destacando las porquerías a que nos puedan someter las malas gentes de todos los días.
Una receta muy sensata del romance civil de los 80 decía que para construir la Democracia bastaba con respetar. Hacerlo dentro de Casa, en la escuela, en el trabajo, en la recreación. Es de esperar que alguna vez se homanejee esa fórmula tan esencial y valiosa.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Los bonaerenses merecemos Democracia


Los municipios bonaerenses están organizados defectuosamente.
Sus gobiernos se debilitan cada vez más en confianza y representatividad.
No sólo es imperioso reestructurar nuestra geografía librándonos del Conurbano y adosándolo a la Capital. Hay que reformar la Constitución para corregir la democracaia que se nos niega cada día más. Sólo frenaremos la concentración mafiosa de poderes dando pie a la voluntad y el hacer popular.

Probablemente la causa más seria de la degradación democrática de los municipios bonaerenses resida en el manejo de los organismos ejecutivos. Cuando una agrupación política distinta a la que esté mandando alcanza el gobierno municipal recompone los cuadros directivos reemplazando a los funcionarios con autoridad ejecutiva. Los secretarios, subsecretarios, directores, subdirectores y los jefes departamentales deberán irse (cuando no integren la planta estable) o ser acomodados en jerarquías inferiores.

Esta partidización afecta la estabilidad, la actitud, el desempeño de aquéllos que durante un periodo pretenden asumir un rol ejecutivo. A la vez, debilita la posiblidad de desenvolver estrategias de largo plazo.

La solución es llevar la política a los Concejos Deliberantes. Que los intendentes sean quienes presidan los cabildos y sus secretarios y directores, personal de carrera, concursado.
Para todo esto se requiere la reanimación de los partidos. No hay alternativas en este modelo sociopolítico. Las agrupaciones (cuanto más de base, mejor. Sobre todo vecinalistas)tienen que preparar dirigencia, elaborar diagnósticos, recomendar estrategias al electorado.

El esquema que imaginamos consiste en:
1- Las autoridades municipales son elegidas mediante programas y listas diseñados por los partidos. Se trata de los miembros del Concejo, incluyendo al Intendente.
2- Los programas deberán separarse por campo. Los partidos confeccionarán sus estrategias separadamente, según correspondan a economía, acción social, salud, cultura, etc. Cada sección mostrará los candidatos a llevarlas a cabo en el Concejo. De ese modo, las áreas políticas de la comuna estarán legitimadas individualmente por el voto ciudadano.
3- Los más altos funcionarios del Ejecutivo municipal serán designados por los colegios profesionales y técnicos y por las escuelas de arte. Así, para Secretarios y subsecretarios; para directores y subdirectores.
4- Los delegados barriales serán elegidos por sus vecinos.
5- Los sueldos expresarán las menores diferencias posibles entre las categorías. La dedicación y el cumplimiento se premiarán jerarquizando, ampliando licencias, anticipando jubilaciones, antes que ofreciendo volátiles posibilidades de consumo. No hay justificación para un sueldo que apenas deje subsistir a una familia por el hecho de que su receptor sea un simple empleado...Y que su jefe disfrute de bienes y halagos materiales por enfrentar responsabilidades mayores.
6- Los intendentes presidirán los Concejos y dirigirán los programas votados mayoritariamente, controlando su cumplimiento.
7- Los Concejos dispondrán comisiones de acuerdo a las áreas puestas a votación popular.
8- La Justicia municipal eliminará los castigos monetarios. Estos son regresivos y penan a los menos pudientes. Las infracciones significarán restricciones sobre los derechos de usufructo otorgados por la vecindad. (sea para conducir, para ejercer una actividad económica , etc.). Los jueces serán elegidos, como autoridades municipales, por el colegio profesional (con acuerdo del HCD).
9- Los municipios dejarán la administración de hospitales, los que serán regionalizados.
10- La financiación de los servicios básicos deberá basarse en la equidad. Ante la penuria económica, que castiga sobremanera a los menos pudientes, las prestaciones meritorias (como el transporte público urbano de pasajeros) tendrán que cubrirse con recursos ajenos al mercado. Las necesidades elementales tienen que ser respondidas con el esquema impositivo, que en lo ideal redistribuye las capacidades económicas individuales y sectoriales.
11- Los jefes policiales serán elegidos y ratificados conjuntamente con los gobiernos municipales. Los comisarios seccionales serán votados conjuntamente con los delegados barriales.
12- Los intendentes integrarán concejos regionales que se ocuparán de las cuestiones de defensa del medio ambiente, metas y estrategias sociales y productivas, desarrollos educativos y tecnológicos, seguridad, etc. Estos concejos regionales estarán vinculados al gobierno provincial a través de los legisladores seccionales.

sábado, 22 de septiembre de 2007

La mayor pobreza nacional



Es la carencia más sentida de nuestra sociedad. Nos faltan dirigentes.
Es notorio en la suerte que nos ha tocado en lo político.
Se da también en lo social, en lo deportivo. La pobreza responde a un modelo educativo que ha dado prioridad a lo disciplinante antes que a lo creativo.
La enseñanza ha recurrido abrumadoramente a imponer orden más que a capitalizar socialmente las potencias individuales.
El enciclopedismo ha tratado de llenarnos de información sin formarnos. Se nos ha impuesto el individuo que es hartado de datos matemáticos, históricos, idiomáticos, geográficos. Nunca tuvo espacio el proceso auténticamente educativo, cual es el liberar las capacidades enriqueciendo lo mejor de todos y cada uno. Se trata de valorar el que un alumno memorice por un rato los ríos de China o las montañas suizas antes que la historia o la geografía de su propio entorno.
Los poderosos de siempre han delineado cursos de estudio que nunca llegan a poner en discusión la realidad vivida o la actual. Una carrera universitaria típica es una compilación de materias que buscan un engorde global dejando de lado la potenciación de las vocaciones. Un título puede lograrse acumulando información desordenada y hasta incongruente. La ejerce una persona que, en caso de gozar de una universidad pagada por todos, debe someterse a un tratamiento de lleado de datos, esterilizado del medio político y social circundante y accediendo a una habilitación que puede no tener ninguna relación con las necesidades de su entorno.
Por todo eso es que hoy la Argentina está groseramente centralizada en la Capital. Porque los mecanismos reales del poder se han preocupado de sostener un esquema que los perpetúe conformando una sociedad criada en la represión y la censura. La educación es uno de esos claros ejemplos. También la organización del trabajo, de la familia.
Después nos preguntamos por qué está fracasando rotundamente la democracia que elegimos veintitantos años atrás. Porque a la vez que los más fuertes coparon las vías de intermediación, deglutiendo a los medios de comunicación y vaciando a los partidos, no hay escenarios donde cultivar dirigencia. El modo de vida ha sobrepuesto la individualidad por encima de lo colectivo. “Sálvese quien pueda” mejor que “cómo salimos, entre todos”.
Los monopolios han logrado corromper instituciones y procederes. La impunidad ha degradado la confianza popular y ha oscurecido los valores que nacen del genuino sentido de la vergüenza.
Mientras sigamos legitimando el papel de los grandes capitales, despreciando el cooperativismo se nos va a cerrar todo acceso a las soluciones.La única alternativa a esta corrupción es reimponer la participación popular. Será, asociando en todos los órdenes (político, social, recreativo) las posibilidades individuales con respeto y tolerancia constante. Agrupar la gestión de los consumidores y pequeños productores para darse fuerza en las decisiones grandes.
Hay que recuperar democracia neutralizando el caprichoso dominio de los poderosos. Y de esa estrategia debe nacer una tarea educativa genuina, que enriquezca lo personal en beneficio de una mejor vida social: más justa, más estable, más libre.

jueves, 6 de septiembre de 2007

El sueño cumplió 25


Hace justamente veinticinco años que empecé a militar en un partido.
Me tomo el derecho, dado el acontecer, de decir lo que siento.
Fue un momento de pasión y romance. Salíamos de la oscuridad y el terror. No alcanzaba con los Falcon verde que podían levantar a cualquiera. Encima se arriesgaba la guerra con Chile y con Inglaterra y los EEUU.
Fue la cumbre de un metapalos a una sociedad que se había animado a lucir tres Premios Nobel y a destacar artistas y científicos por todo el Mundo. Todo era excesivamente disciplinante: el colegio, como el servicio militar; la familia y la instrucción universitaria. También, el trabajo donde todo se ajustaba a cumplir y a bancarse la peor asfixia creativa. Sólo al final del proceso aparecieron luces de libertad, como Humor, Satiricón, Hortensia. Y varias piezas teatrales que se anteponían a las amenazas, en formas underground. Y perlas literarias y musicales, claro que sí.
Afloró el verticalismo peronista arrastrado por Herminio y Luder. Y el inolvidable RA, seduciendo mayorías con su lirismo y su coraje.
Las casas partidarias hervían, como nunca.
El 30 de Octubre del 83, Alfonsín iba a abrochar la historia más sorprendente e ilusoria.
El disfrute duró casi cuatro años. A esa altura, los dueños de la economía ya habían programado la caída del caudillo de Chascomús y su movida.
Llegó Menem prometiendo progresos y modernismo. Tuvo que bancarse dos “hiperinflaciones” hasta que aceptó sentar a Cavallo como ministro de economía. Pasó a reinar un plan de convertibilidad que nos obligó a seguir sin pausas el ritmo del avance norteamericano. Como eso era imposible, lo pagamos con endeudamiento gigante, destrucción de la industria y desposesión de los bienes públicos.
Después vino el embriague de la Alianza, el desconcierto social, la venida de Duhalde (que mandó el dólar a 3 por 1 para engrosar las reservas y saciar a los todopoderosos).
Reforzando la debacle, los usureros se quedaron con los medios de comunicación y se instalaron como agentes de intermediación entre la gente y el poder público. Vaciaron a los partidos y orientaron la opinión masiva en resguardo de sus pretensiones.
Un nuevo escenario sudamericano prohija líderes flamantes y va germinando una vida más democrática. Bajo esa configuración, los Kirchner (que accedierona la Rosada con el veinte por ciento de las preferencias del 2003) han forzado una situación nacional en la que se arriesga seriamente el futuro por entregar soberanía energética y por aumentar la debilidad democrática interna (por su frágil convicción democrática).
Este 2007 nos muestra desilusionados por la vida política, empobrecidos de estímulos creativos
y difícilmente asociables en otro proyecto reivindicador.
La esperanza dependerá de cuánto podrá remendarse esta orfandad civil. Se necesita una reforma constitucional en serio: hay que recomponer la estructura de los poderes legítimos (federalizando, convocando, comprometiendo). Habrá que recuperar la naturaleza asambleística de los congresos (cortando con mandatos perdurables, sin otro sentido que el de la posibilidad negociadora particular)
Y rehacer el judicial para su insoslayable autonomía.
Ya vamos a seguir con esto. Valga este balance a 25 años de un sueño.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Comentario rionegrino



Ramón Manuel Minieri agregó a "Sociopatía" (29/01/07)la siguiente nota:
Aplanados por el discurso economicista y materialista supino, tendemos a olvidar que las sociedades y las economías funcionan merced a dos grandes insumos (y fuerzas): confianza y creencia. En un juego grupal con chicos de secundario, los invité a establecer qué elementos necesitarían básicamente para sobrevivir en una isla desierta. La respuesta de uno de ellos me asombró por su sabiduría: "GANAS".
Pero nuestros sistemas sociopáticos, según me parece, tienden a matar precisamente las ganas, y a manipular hasta el asco la confianza y la creencia.

El ex subsecretario cultural de Río Negro añadió: De este modo se logra que dependamos en mayor medida de otros, y se perpetúe un esquema de dominación.
Un abrazo.
Ramón

lunes, 3 de septiembre de 2007

Libertades en Riesgo



Castigar el uso de un celular mientras se maneja es contradictorio. La mayoría de los taxis y remises usan equipos de radio.

Multar por no usar casco conduciendo una moto es ilegítimo. No es materia de derecho. Es un tema moral, de libertad de elección individual. De convicciones. Lo mismo, lo propio con los cinturones de seguridad. La forma más eficaz de prevención es la educativa.

La ley tiene que ver con la vida de relación. La de la persona con otra persona. O con otra cosa (de otra persona). Si se roba, se mata, se ofende, siempre es contra alguien. Nunca, contra uno mismo.

Si una ley obliga a renunciar a vidrios polarizados, podría dar pie a otra que fuerce a tomar una religión determinada.

La diferencia entre moral y derecho es la individualidad en oposición a la sociedad. Todo lo que cabe como decisión personal escapa de lo normativo hasta tanto interese a un prójimo. Si se tienen enganches salientes en un vehículo, sólo se podrá recurrir a justicia ante un daño originado por esa elección. Claro que para que ese irresponsable saque el enganche de su rodado se necesitará un esfuerzo persuasivo y educativo de la sociedad.

Imaginemos programas de TV donde se muestren las barrasadas que se cometen en el tránsito. Debe ser muy atrayente ver vecinos empeñados en hacerse daño (como llevar una moto sin casco o manejar usando un celular) y en infligírselo a otros (pararse en doble fila, desparramar gases tóxicos en pleno centro, etc.). Poder recrear ese sentido de vergüenza que nos ha escondido tanto corrupción va a ser muy sano para todos.

Pero mucho más sano será ir progresando en democracia y definir hasta dónde llega el autoritarismo que alentó a esta Argentina ingenua. Los poderes de la legislación y la judicatura han avanzado oscuramente al amparo de los pobres sistemas educativos y de los excesivos poderes nacidos de la riqueza. Hay mucho autoritarismo impregnado en nuestra vida social: es represiva y disciplinante la familia, la escuela, el trabajo. Nos falta consolidarnos en nuestra libertad individual para hacer más creativa y dinámica nuestra vida social.

Claro que si seguimos homenajeando a los monopolios y a su carnaval de prepotencias, el camino a lo justo será cada vez más difícil.

sábado, 1 de septiembre de 2007

miércoles, 1 de agosto de 2007

Sueldos: Intendente bahiense admite aumentos


Los municipales bahienses están movilizados. Pretenden una elevación del 30% que ayude, según afirman, a recuperar la capacidad de gasto de los salarios devaluada con la inflación.
Han marchado bajo la lluvia a reclamar ante el jefe comunal y los concejales.
Es irrisorio.
Suponen que el Intendente está oponiéndose al incremento pedido. Y que algunos de los ediles también.
Error. El Jefe forma parte de la planilla de sueldos. Para Junio pasado, sus haberes significaban un básico de $ 17.256, 13 (justamente, ahora, que las monedas de un centavo han casi desaparecido).
Con el agregado de la representatividad, esos diecisiete crecen considerablemente.
Los concejales perciben una base de $ 6.415,80. O sea, algo así como 1.100 menos que los secretarios. Aunque, 500 más que los subsecretarios.
En otro nivel, un profesional puede acceder desde mil veinticuatro hasta 2.536 (si asegura dedicación exclusiva).
En una situación muy parecida están los obreros, los administrativos y los técnicos.
Las menores retribuciones son de poquito más de 800 pesos mensuales para empleados de hasta 30 horas semanales de compromiso con la comunidad.
La masa salarial reclamada por la administración comunal a los bahienses para sostener a la Municipalidad no debe ser menor del 70% del presupuesto. Sesenta y pico millones se abonan anualmente en sueldos de bolsillo a los 3 mil dependientes y a unos cuantos becarios. Hay que adicionar las cargas previsionales, de aseguradoras, obra social, etc. La comuna gerencia unos 150 millones al año.
La masa salarial es muy significativa. El presupuesto global, también. Cada familia bahiense está aportando, en promedio, 250 pesos mensuales a la Comuna. Unos 180 irán a mano de obra, muy probablemente.
El Intendente no puede oponerse en definitiva a los reclamos. Aquel 30% citado proporciona unos 5 mil más por mes a sus ahorros. Los ediles están en algo parecido.
Los aumentos tendrían que discutirse con la Asamblea de Mayores Contribuyentes, que representa más legítimamente que el Jefe municipal a los bahienses en materia económica. Es esa entidad la que deberá autorizar al Intendente a responder a las demandas salariales.
Por otra parte, en algún momento habrá que plantear la composición de la escala de sueldos. ¿Cómo se explica éticamente que alguien, en una misma empresa pública, acceda a más de 20 mil pesos por mes cuando un simple obrero tiene que limitarse a llevar a su Casa apenas mil?. ¿Es que se justifica que una responsabilidad mayor deba retribuirse con mejores ropas, mejores comidas o turismo fácil?.
No puede haber diferencias hirientes y cuando los que más sumidos están puedan asomarse con dignidad ante el resto, estaremos más tranquilos y seguros.

miércoles, 27 de junio de 2007

Agotamiento democrático


La globalización de los poderes corrompe y esteriliza a los mandatarios genuinos. La debilitación de las soberanías envilece a sus terminales fundamentales: los gobiernos que están cara a cara con el ciudadano.
Hay mayor eficacia presurizadora desde los organismos externos (públicos y privados) que la de las demandas del vecindario comunal.
El caso de Bahía Blanca, distrito de menos de 300 mil habitantes, muestra cómo alcanza prioridad una obra multimillonaria que beneficia a empresas privadas (una estación de ómnibus de larga distancia) por sobre el sistema de transporte intraurbano, muy cercano a su quiebra.
Enseña, en otro plano (el de la justicia de faltas) cuánto se desnaturaliza un esquema que castiga pecuniariamente al infractor perdiendo la equidad, abono esencial de lo justo (por la creciente diferencia entre pudientes e impudientes).
El agotamiento de la democracia, el irracional abandono de su cultivo y expansión, ha negado los canales de discusión y progreso social.

Hay evidentes muestras relativas al distanciamiento que progresa entre requerimientos populares y políticas y estrategias de los gobiernos vecinales.
Dolos y falencias de las estructuras políticas estatales alejan a las acciones de los municipios de la resolución de necesidades esenciales de la población. Pareciera que todas las herramientas de la sociedad están orientadas a reforzar los poderes ilegítimos.

lunes, 29 de enero de 2007

SOCIOPATÍA


“Mi unicornio azul, ayer se me perdió...”Empezaba a rezar la voz de Silvio Rodríguez y se sintió de fondo la exclamación de la multitud, conmovida por el sensualismo de aquella grabación en vivo.
Cuánto puede transmitirse una pasión. Tantos han hecho Historia contagiándola, sembrando ideas, promoviendo gestas.
Imaginé a Silvio y a otros grandes cubanos gritando y convenciendo de lo suyo en el Mundo. Da envidia tener una pasión que te llene y te empuje a vivir. Cuba es un gigantesco ejemplo de nacionalidad, con un compromiso popular que se ratifica en cada millonaria manisfestación convocada por su gobierno. Tienen una meta, tienen un método y un pueblo conciente del valor de las causas movidas entre muchos.
Envidia cierta. Porque enseguida me pregunté cuántos años hace que a nosotros no nos sacude una pasión común. ¿Veinte años? ¿Veinticinco?
Es muy difícil promover una causa cuando no se despierta ese ánimo. El maldito neoliberalismo se jugó a imponer una estrategia con argumentos falaces y control de la opinión pública. Pero sin pasión. El peronismo, quizá también con falsedades y prepotencia, supo arrancar una pasión. El alfonsinismo la inició con propuestas de ética y progreso.
Hoy estamos vacíos. Un sistema internacional arbitrado por los monopolios de la riqueza y la fuerza trata de seducir blandiendo contradicciones e inseguridad extrema. No va a llegar a nada. A nada bueno, por lo menos.
Evo Morales, Rafael Corral, Lula, son hoy pivotes de acciones populares que deben respetarse y defenderse. Y dejar que se extiendan, reforzando otras iniciativas democráticas, como la uruguaya o la chilena. Si tan sólo tuviéramos cómo...
Los medios de comunicación, los bancos, las grandes industrias y los enormes supermercados están en poder monopólico. Los partidos están deshechos. La confianza popular es insignificante. La gestión sindical nos avergüenza.
Se culpa a la dirigencia, a los políticos, a los jueces, a los que llenan los congresos.
A esta sociopatía le falta participación. Hay que bajar el trabajo ciudadano a los barrios y a las comunas. Generar nuevas agrupaciones políticas, más eficaces y representativas,. Y desarrollar instituciones que nucleen la gestión popular con mutualismo, cooperativismo y todas las formas solidarias que puedan demostrar eficiencia y racionalidad.

martes, 16 de enero de 2007

TEORIZAR LA ECONOMIA URBANA


Se trata de aplicar los criterios de las disciplinas de la sociedad, principalmente la Economía, a los problemas de las ciudades. Podrá abarcar los entornos regionales y macrorregionales.
Este contexto puede justificarse en la actual integración de los espacios nacionales, que ostenta desequilibrios o descompensaciones en perjuicio de las áreas más débiles.
Se estima que una estructura nacional será coherente cuanto más balanceado resulte en cargas y beneficios el cuadro de sus diversas geografías.
Las regiones, conformadas por espacios urbanos y rurales deberán llegar a dotarse de posibilidades económicas y financieras que ayuden a la eliminación de diferencias en atractivos y capacidades.
Opuestamente, la teoría tradicional es observadora de espacios homogéneos, con forzados continentes nacionales. Se apoyan las recomendaciones de política en conceptos globalizadores de macroeconomía que no distinguen diferencias interespaciales. Casi absolutamente, desdeñan herramientas de la historia, la sociología, o la antropología y se dedican a imaginar metas de equilibrio sostenido en base a doctrinas y mitos como la competencia perfecta o el homo economicus.
Muy poco de la teoría tradicional puede ser útil a la hora de las grandes ingenierías: las de la paz, la seguridad, la confraternidad mundial. Dilapidan esfuerzos en tratar de disfrazar las inequidades y mostrar sociedades irreales.
Ocultan las verdaderas fuerzas causantes del disloque mundial.
Asumir compromisos en democracia es encaminarse a la lucha por los valores permanentes: la libertad, la justicia, la solidaridad. Hay que dar vuelta lo que se viene haciendo y procurar construir una interpretación, una identificación de instrumentos y recomendaciones políticas útiles a la verdad.
A continuación, un objetivo para el trabajo de aquellos economistas más interesados en ayudar a las necesidades populares que al rédito creciente de unos pocos.
La Economía Urbana propone arrancar desde el pie, sin perder de vista el continente nacional y global.

Se pueden diferenciar planos de diagnóstico, interpretación y política. Paralelamente, ámbitos y agentes.

DIAGNÓSTICO
Es el producto de la concurrencia de las disciplinas del conocimiento social a la comprensión geohistórica de una región. Incluye el entendimiento particular de las localizaciones en ese espacio.
Habrá inteligencia sociológica, histórica, geográfica, arquitectónica, económica, organizativa para entender el pasado y proyectar el futuro.

INTERPRETACIÓN
Debe recalcarse el afán de distinguir los cuadros de fuerzas que operan en cada circunstancia actual o precedente. Toda situación sociopolítica es razón de las fuerzas operantes, las cuales pueden darse en un mismo plano que la de los poderes constitucionales o por encima de ellos. Obran no sólo a nivel internacional sino también local.
Esto se ha expuesto claramente en los esquemas de dominación propios de F. Perroux, R. Prebisch, etc.

POLÍTICAS
Son las decisiones que procuran ajustar las condiciones geohistóricas a proyectos de progreso y reivindicación.
Se reconocen niveles urbanos, regionales, provinciales y nacionales (según el cuadro institucional típico).
Son resultado de la aplicación de criterios que obedecen a la composición de las fuerzas de poder características de cada área, como se planteó en Interpretación.

PROYECCIÓN
Las propuestas de teoría y política (económicas, sobre todo) carecen de respeto hacia la auténtica composición geohistórica de las naciones. Asumen espacios homogéneos, modelan uniformemente sin distinciones particulares y se lanzan a una macroeconomía que alimenta preocupaciones globales (inflación, consumo, etc.). Desprecian causas históricas y evaden consideraciones de desequilibrios del poder.
La Economía Urbana alienta volcarse a la base e ir desde los microespacios, recomendando un exhaustivo análisis de sus fuerzas determinantes. No nos referimos a la microeconomía de la unidad empresaria sino a los ámbitos de interrelación de productores, consumidores, representantes sectoriales y entes públicos.

ÁMBITOS
Considera la esfera de actividades privadas y públicas, las que pueden distinguirse en endógenas y exógenas.
Habrá desarrollos productivos y/o serviciales, en ambas esferas.
La endogeneidad se refiere a la entidad de fuentes propias en la producción o los servicios.
Cada región cuenta con sus ventajas comparativas, las cuales deberán enaltecerse en un programa nacional de reivindicaciones. Esos atributos se identifican con las dotaciones humanas y naturales del área.
Se requiere que se vote por un cuadro de objetivos, a propuesta de los entes políticos, al cual responderán las estrategias puntuales.

AGENTES
Son públicos, privados o mixtos. Se distinguen en propios o foráneos (éstos, cuando residen afuera del espacio de interés). Más que de individualidades corresponde pensar en agrupaciones de mayor o menor representatividad.
Cada región estará caracterizada por una matriz agencial determinada.
La Economía Urbana diferencia a los agentes en sus funciones. La mayoría absoluta corresponde a los consumidores. Todos lo somos, tarde o temprano. Del lado de la oferta o la producción están los empresarios, organizadores de la gestación de bienes físicos o de servicios. A ellos está dedicado abrumadoramente la teoría tradicional. Todo lo resuelve la oferta. La demanda responde según su capacidad de estar en el mercado, su solvencia.
Dentro de ese contexto conocido, las decisiones primordiales son ejecutadas por los oferentes.
Ese es el gran defecto. Si la economía está planteada como un necesario equilibrio entre oferta y demanda, modificado por efectos innovadores o destructivos, por qué se otorga a la demanda un papel tan residual, quieto.
La alternativa es activar la gestión de los demandantes a través de formas cooperativas, que tendrán entidad local y regional; que unificarán criterios de demanda y prestarán a los oferentes el balance imprescindible para reducir riesgos y costos e imprevisibilidades.
Por otra parte, ha sido vendiéndole al Estado (monopsonio, en este caso) como se consolidaron las grandes corporaciones internacionales. Es un ejemplo contundente de los beneficios sociales de cooperativizar el consumo.

MARCO PROPICIO
La democracia está trabada por el peso de instituciones corruptas. La monopolización dominante en el mundo concentró riquezas y poderes que desvirtuaron los caminos a la paz social.
Tenemos que volver a pensar qué será lo mejor.
La división de poderes que habría garantizado democracia es falsa. Porque el sistema presidencial es unitarista;
los gobernadores lo son también en sus espacios. Los congresos están ocupados por legisladores permanentes que niegan representatividad al sistema y anulan la potencialidad asambleística a las cámaras. La extensión en la función de los jueces tampoco garantiza justicia. Más bien, alienta prebendas.
Hay justos reclamos por la falta de legitimidad del sistema electoral (listas “sábana”, candidatos que no conoce el público, falta de exigencias de capacitación en funcionarios).
El aparato estatal ha crecido desmesuradamente y es desalentadora su voracidad fiscal. Todo el sistema confluye en beneficio de los más pudientes y en desprecio de la infancia y la ancianidad.

La propuesta de la Economía Urbana de partir de las bases tiene que ver con un cambio profundo en el esquema institucional. Habrá que encontrar los instrumentos más aptos para recuperar confianza pública. Construir la credibilidad desde abajo con genuinidad en los representantes y adecuados controles de gestión.
Casi nada.

domingo, 14 de enero de 2007

MORAL Y DERECHO


El título corresponde a la reciente película acerca de la confrontación entre los intereses de las tabacaleras y los que elevan proyectos agitando banderas del sufrimiento de los fumadores.
Gracias por Fumar se despliega sin mostrar resolución del conflicto.
Como muchas buenas producciones la denuncia tiene un valioso tejido sociopolítico. No solo se la ligan las tabacaleras, sino también las armas y el alcohol.
El personaje central no escatima esfuerzos en pos de argumentos que ayuden a responder, o a desviar, las acusaciones contra quienes promueven el consumo masivo de cigarrillos.
La industria insiste en que fumar es una decisión individual. Es la educación el instrumento al que corresponde disminuir o anular la actitud de los consumidores.
Se sabe que se ha castigado pecuniaria y fuertemente al sector en merito a los costos sanitarios públicos forzados por la atención de enfermedades derivadas del uso del cigarrillo.

Así la película como la realidad enseñan que la situación es irremediable.
Pero, por la naturaleza del hecho, se esta frente a esquemas que se repiten toda vez que la legislación pretende avanzar en los terrenos de la moralidad. No podrá haber una ley que decida legítimamente por el fumador, ni por el conductor que no usa cinturón de seguridad, ni el motociclista que se niega a usar casco.
Esa es una cuestión que la democracia no alcanza a poner en claro.
Se pueden imponer leyes en toda situación en la que se afectan intereses opuestos. Cabe la ley cuando la inconducta de alguien daña el derecho de otros.

No se legislará toda vez que corresponda definir a partir del libre albedrío.
Se pueden reclamar por las consecuencias dolosas de actos impropios. Pero no se puede exigir que las personas adopten decisiones circunscriptas a la individualidad, que debe estar rigurosamente defendida por las instituciones.
Este tema muestra una de las facetas de mayor debilidad de las democracias. Es un interregno entre lo deseable y el fascismo.
Se requerirá una educación inteligente para hacer que en la escuela o en la universidad sea materia de todos los días el progreso de la vida en sociedad.

jueves, 11 de enero de 2007

LA COOPE ESTÁ EN DEUDA


La Cooperativa Obrera nació en Bahía Blanca hace 86 años. Grupos de vecinos se asociaron para llenar necesidades en mejores condiciones. Empezaron con el pan...y todo este tiempo después permite mostrar un desarrollo empresario descomunal. Es la segunda cooperativa de consumo en el orden americano de las de mayor tamaño. Es bastante cercano el número de sucursales al de la edad del emprendimiento.

La Coope se maneja a través de un Consejo de Administración que resuelve estrategias y momentos y un cuerpo de gerentes aplicados a ejecutar esas decisiones. Así lo pide la ley de cooperativas.

Pero, la cosa está al revés.

Un propósito vecinal que permite aunar posibilidades para mejorar la capacidad individual de compra se ha transformado (o, deformado) en una cadena de almacenes y supermercados extendida en toda la región, que regentea un suntuoso paseo (el de Sarmiento al 2000) y ostenta una enorme diversidad de productos y marcas que esperan el favor adquisitivo de los socios.

Todo esto da pie a imaginar una estructura empresaria con cargosos costos de stock, publicidad, personal, bienes de uso, edificios, etc., etc. Obviamente, ese peso incide en la diferencia entre el precio de compra y el de distribución (como se debe llamar a la venta bajo forma cooperativa). Además, los requerimientos de inversión (nuevas casas, actualización de las existentes...) también gravan el excedente entre costo y precio de mostrador.

Es que enfrente están las firmas internacionales que lucran con los bienes que también ofrece la Coope: Wal- Mart, Súper Vea, Norte (Carrefour). Y estamos forzados a competir.

¿Por qué está dado vuelta nuestro sueño? Porque para gozar de los beneficios del cooperativismo de consumo, vivienda, etc., deberíamos haber actuado al revés, siempre. O sea, establecer qué queremos, ir a buscar precios y calidades, definir la compra. De paso, los productores muy felices por anticipar qué vender, a cuánto y en qué momento entregar. Este es el equilibrio que se vuelve imprescindible para salvar a la monopolizada economía de mercado. Difícilmente pueda haber otro que evite que esta corrupción asfixie nuestra pobre democracia económica.

¿Qué tal si la Coope convoca a todos los que piensan hacerse de un cierto tipo de bien, en un cierto momento, y se planta ante los fabricantes reclamando el mejor precio? Esa es la esencia de la fuerza cooperativa de compra. La inteligencia radica en estructurar esa ingeniería de aprovisionamiento, más que en desparramarse en sucursales, burocracias, elites.

¿Habrá tiempo para ponerse de acuerdo en este tema? La Cooperativa Obrera nació en Bahía Blanca hace 85 años. Grupos de vecinos se asociaron para llenar necesidades en mejores condiciones. Empezaron con el pan...y todo este tiempo después permite mostrar un desarrollo empresario descomunal. Es la segunda cooperativa de consumo en el orden americano de las de mayor tamaño. Es bastante cercano el número de sucursales al de la edad del emprendimiento.

La Coope se maneja a través de un Consejo de Administración que resuelve estrategias y momentos y un cuerpo de gerentes aplicados a ejecutar esas decisiones. Así lo pide la ley de cooperativas.

Pero, todo esta dado vuelta.

Un propósito vecinal que permite aunar posibilidades para mejorar la capacidad individual de compra se ha transformado (o, deformado) en una cadena de almacenes y supermercados extendida en toda la región, que regentea un suntuoso paseo (el de Sarmiento al 2000) y ostenta una enorme diversidad de productos y marcas que esperan el favor adquisitivo de los socios.

Todo esto da pie a imaginar una estructura empresaria con cargosos costos de stock, publicidad, personal, bienes de uso, edificios, etc., etc. Obviamente, ese peso incide en la diferencia entre el precio de compra y el de distribución (como se debe llamar a la venta bajo forma cooperativa). Además, los requerimientos de inversión (nuevas casas, actualización de las existentes...) también gravan el excedente entre costo y precio de mostrador.

Es que enfrente están las firmas internacionales que lucran con los bienes que también ofrece la Coope: Wal- Mart, Súper Vea, Norte (Carrefour). Y estamos forzados a competir con los caprichosos del mundo.

¿Por qué está dado vuelta nuestro sueño? Porque para gozar de los beneficios del cooperativismo de consumo, vivienda, etc., deberíamos haber actuado al revés, siempre. O sea, establecer qué queremos, ir a buscar precios y calidades, definir la compra. De paso, los productores muy felices por anticipar qué vender, a cuánto y en qué momento entregar. Este es el equilibrio que se vuelve imprescindible para salvar a la monopolizada economía de mercado. Difícilmente haya otro que alivie la corrupción económica que asfixia esta democracia.

¿Qué tal si la Coope convoca a todos los que piensan hacerse de un cierto tipo de bien, en un cierto momento, y se planta ante los fabricantes reclamando el mejor precio? Esa es la esencia de la fuerza cooperativa de compra. La inteligencia radica en estructurar esa ingeniería de aprovisionamiento, más que en desparramarse en sucursales, burocracias, elites.

¿Habrá tiempo para ponerse de acuerdo en este tema?

lunes, 8 de enero de 2007

LOS BAHIENSES FRENTE AL 2007 ELECTORAL


¿Qué es lo que creemos que debería proponer una plataforma electoral a los bahienses?
Se trata de elegir un programa que pueda cumplir la meta de que la Municipalidad, con su historia y sus recursos, favorezca la reivindicación de los vecinos más angustiados. A la vez, en el otro extremo, que pueda atraer a los inversores merced a una imagen proyectada de modernidad.
La plataforma deberá partir de un diagnóstico, rescatar las herramientas eficaces y desistir de objetivos y recursos ineficientes.
¿Cuál sería el diagnóstico actual? Se respetará la obligada actitud de salvar las cuentas y llegar a las principales urgencias populares, superando hiperinflaciones y toda restricción consecuente (además de las desventajas de ser comandada por una bandera mayoritariamente opuesta a la del gobernador).
El partido de Bahía Blanca muestra diversas estructuras que fuerzan a ser mancomunadas en una gestión de gobierno. Es decir, en términos genéricos, la infraestructura civil y la productiva. La primera engloba las condiciones y medios que la hacen vivible. La otra, los recursos que proveen la reproducción del capital humano y económico- financiero.
La obra pública ha pagado el desajuste expresado en inflación y sufrido en la situación de los más pobres y más débiles. Hay vivienda insatisfecha, desempleo significativo, obras públicas deficitarias y perentorias y un sistema de transporte público que se hace insostenible por vía del mercado (o sea, el boleto pagado por el usuario). Se cuenta con un aparato sanitario excesivo (dos hospitales públicos de gran magnitud) y una profusa actividad médica privada.
En la esfera de la producción, la economía bahiense se está haciendo cargo de un pasado de créditos caros y usura. No contamos con una base industrial que ayude a encontrar empleo para la demanda joven (o el mejoramiento de los ya ocupados). La actividad predominante es la de servicios, lo que influye en que la Ciudad sufra una fuga constante de ahorros.
Como marco, pertenecemos a un sur bonaerense siempre relegado. Esta Provincia está mal estructurada y debería separarse el Gran Buenos Aires ligándolo a la Capital Federal. Esto liberaría a La Plata de una carga descomunal y permitiría repartir mejor dentro del interior provincial. Es innegable que el Conurbano es mucho más familiar a la Capital que al resto del estado provincial. Lo hemos anticipado más abajo.
Por lo tanto, debemos asumir la necesidad de reformular el entorno regional, reforzando compromisos comunes a los distritos del sudoeste, como el caso de la provisión hídrica o la gestión a favor del turismo.
En materia específica municipal, hay que repensar la situación. Significa valorar en qué medida los gastos comunales están orientados a las metas más valiosas. En este orden es muy importante la suerte del sistema de transporte de pasajeros. Es innegable que el “mercado” no lo puede sostener. Ni cerca. El esquema cubre necesidades populares (ir al trabajo, a educarse o a curarse) y muchas veces el que lo reclama no tiene cómo pagar. Habrá que rediseñar los circuitos, alejar las paradas del microcentro para aliviar el tránsito incontrolable y financiarlo a través del esquema impositivo. O sea, que cubran los que tienen aquello que los carenciados necesitan. Aunque más no sea por la ansiada seguridad civil.
Esta decisión llevaría a replantear seriamente el Presupuesto bahiense (una vez que pudiera concederse la reforma a nivel provincial), reorientando las erogaciones para no plantear de entrada una mayor demanda de ingresos municipales.
La cuestión sanitaria es otra prioridad. Hay que armonizar las prestaciones del efector municipal y del regional. Distribuir la atención de agudos y crónicos, principalmente. No es equivocado decir que Bahía Blanca pueda ser una de las ciudades con el sistema de salud más caro del País.
¿Quiénes propondrán plataformas? Los partidos se han viciado por las urgencias de un calendario electoral que engulle comicios cada dos años. Se trata de poder responder con listas que resuelvan disputas internas que, más que nada, vienen promoviendo figuras antes que ideas.
La solución vendrá de la reformulación de agrupaciones, pocas y buenas, que tengan base sólida vecinal y lazos regionales. Que empujen a individuos con representatividad y capacitación. Y que alienten permanentemente a la participación.
La democracia es un estado dinámico y cambiante que debe ajustarse a cada momento para responder a los reclamos populares y corregir seriamente toda desvirtuación que ahogue las justas pretensiones de libertad, paz y progreso.

viernes, 5 de enero de 2007

BUENOS AIRES, DE NUEVO


La provincia de Buenos Aires está partida en dos mundos muy diferentes. El conurbano, quizá inseparable de la Capital Federal, con sus 10 millones de habitantes, y el resto provincial: extenso, despoblado.

Ese segundo mundo bonaerense integra y aporta a un estado demasiado inequitativamente.

La mayor parte del presupuesto votado en La Plata tiene que ocuparse de los dramas del Gran Buenos Aires, ya sea con fines de seguridad, justicia, educación o emergencias sociales. El otro centenar de partidos reclama, con suerte según bandería política circunstancial, por el saldo mínimo restante.

Recomponer Buenos Aires es una cuestión de equidad política. Hay que dividir el territorio en el Conurbano, que deberá ligarse definitivamente con la Capital Federal, y el otro continente provincial, dando lugar a dos estados. Ese tema merece ser debatido y resuelto a la brevedad.

En materia constitucional, la justicia y la seguridad no pierden ninguna actualidad. Este es un abanico de problemas que va desde el trágico sistema carcelario, abarcando su incapacidad física y doctrinaria para la recuperación y el castigo, hasta la legislación que pretendidamente pueda afirmar un esquema de justicia.

Hay temas legislativos puntuales que no son llevados a la arena parlamentaria o partidista. Por caso, la justicia de faltas, cargada a espaldas de la Provincia y los municipios. ¿Cómo puede seguir sosteniéndose un sistema de castigos, dando por supuesto que todos los bonaerenses tenemos una misma capacidad económica?. No es otra cosa el penar con dinero las infracciones de tránsito, transporte, comercio, industria, etc. Donde se renuncia a la equidad, se deja de ser justo.

¿Podrá ser lo mismo un castigo de 200 pesos por un cruce de semáforos en rojo para un infractor pobre como para uno rico?. Porque en la base de esa legislación está el suponer que un peso puede doler lo mismo a quien mucho puede como a quien nada tiene. Eso está todo mal. Fundamentalmente, a medida que han aumentado groseramente las diferencias entre ricos y pobres.

Debería castigarse teniendo en cuenta la habilitación dada por la sociedad, sea a un comerciante, a un conductor o a un servidor público. Por ejemplo, acortar el periodo de renovación de la licencia de conductor a quien infringe una disposición de tránsito.

En el drama policial y carcelario, el derecho se basa excesivamente en las responsabilidades individuales. Eso no está bien. Como la sociedad toda, la familia tiene que ser la célula primaria. Por lo tanto, que quien comete delito sepa que está comprometiendo ante todos a sus padres, sus hijos, su gente. El estilo actual individualiza demasiado al criminal. Hay que envolverlo pesadamente en su entorno familiar. Que sienta la vergüenza de hacer pública a su familia. Ese es el sentido de culpa que debemos recuperar y fortalecer para consolidarnos socialmente.

En otro plano, Buenos Aires impuso la Verificación Técnica Vehicular (VTV) en su territorio. Se multa a los conductores que no cumplen con la ley. Pero: ¿no resulta irrisorio que estén circulando a la par un auto con patente bonaerense, obligado a la VTV, con otro que no arriesga penas por ser de otra provincia? La ley de la VTV es valiosa. Pero es obvio que tiene que ser de cumplimiento nacional.

Hay distintas urgencias que habrá que estudiar y valorar, proponiendo soluciones a los reclamos de una Argentina mortificada por la corrupción y el desencuentro.

martes, 2 de enero de 2007

PRESENTACIÓN


Democráneos convoca al trabajo en común para comprender nuestro presente urbano. Nos reunimos por el interés de confirmarnos como parte de esta comunidad, para saber cómo y por qué llegamos a lo actual.
Es desde la base que podremos entender y mejorar nuestras posibilidades, agregando solidaridad, justicia y comprensión a la vida en vecindad. Comprometámonos con la comunidad más inmediata, con nuestra Ciudad.
El presente político comunal es ineficaz. El gobierno está mal organizado. Se está lejos de una representatividad deseable. Los partidos se vaciaron y se improvisa a dirigentes y funcionarios.
La universidad está distante de las urgencias vecinales y es muy pobre el vínculo con la región. La dirigencia, que engloba a empresarios, gremialistas, profesionales y docentes se empobrece sin pausas. No hay voluntad de saber los auténticos resortes del poder: el sistema global nos embriaga con todo su andamiaje ideológico. Se potencia el no te metás o el algo habrán hecho.
Un intendente a cargo del Ejecutivo agrava la incomunicación de funcionarios y partidos de base. El concejo deliberante renuncia a su naturaleza de cabildo de las voces políticas y se limita a los sí o no al mandamás de turno.
Tenemos que estudiar todos los entes y mecanismos que caracterizan y dan dinámica a la vida urbana. Estamos acostumbrados a que todo se resuelva desde arriba. Así, perdemos identidad comunal y peso político.