sábado, 13 de agosto de 2011

A contramano de la democracia

El juego comicial propuesto para mañana tiene aspectos positivos. Pero sin importancia.
Lo cierto es que crece la negación del partidismo político. Y ésa es una estructura insosolayable en la ingeniería de las democracias. 
No importa si es uno, dos o muchos. Vale que haya recursos que permitan comunicar a las bases sociales con los poderes legítimos. Que haya escuelas de política volcadas a formar dirigentes, militantes, agentes sociales.



Sólo los partidos pueden dar cuerpo a las alternativas factibles de transformación y progreso de las sociedades.
Ya dijimos alguna vez que correspondería una ley que declare monumentos nacionales a los vigentes hasta ahora y llevara a crear nuevas agrupaciones. Que tengan base firme en las comunas, que se asocien regionalmente, que proyecten en común en las provincias y en la Nación: Casas políticas ligadas a las universidades, investigando las realidades regionales y diseñando soluciones.
En cambio, esta paupérrima realidad política nuestra ha consolidado concentraciones patológicas dentro y fuera del aparato estatal. 

Desde el PEN se alienta constantemente la disputa, la ruptura de armonías, el rencor sin justicia. Se ha empobrecido la división fundamental de poderes, se ha sometido groseramente a las provincias a los caprichos del Ejecutivo nacional.
Cuán difícil puede ser estimar lo que le costará al poder K asociar a San Luis si el carismático Alberto rasguña un segundo lugar.
No tendremos futuro si los carnavales electorales siguen siendo disputas entre álbumes de figuritas y mutantes.
Hoy día, el reinado K se consolida y ha llegado hasta partir en tres fracciones al peronismo que le dio cuna. Mañana volverá a enrostrarnos el resultado del ejercicio de atributos despóticos y de la nulidad orgánica de oposición.

Disfrutemos el día de mañana, palpitando y sufriendo consecuencias, con todos sus costos desmesurados. Y pasado, pongámonos a levantar estructuras partidarias para convocar, comprometer, formar y controlar. Como van a tener que hacerlo todos los sudamericanos a su debido y forzoso momento..