domingo, 19 de abril de 2009

Omnibus: hacia la monopolización


No deja de producir irritación y fastidio la Opinión /EDITORIAL de "La Nueva Provincia" de hoy. Otra vez sacude odio y antipatía a su gusto, interpretando unilateralmente una decisión de nuestros Concejales. Señala:
Aumento
Es sencillo no asumir los costos de gobernar con seriedad cuando se es oposición. No hay que hacer otra cosa que un discurso populista y medir las consecuencias de nuestras acciones u omisiones sólo con la vara de la mezquindad electoralista o partidaria. Esto fue exactamente lo que ocurrió con el rechazo al aumento del boleto de colectivos que realizó la mayoría del Concejo Deliberante, el jueves pasado.

Analizando , quizá, con algo de profundidad el problemón del transporte urbano se podrá concluir en que es insostenible un sistema financiado a través del boleto y los subsidios públicos.
El movilizarse a la escuela, al trabajo o al hospital es una necesidad. La Democracia exige promover la igualdad de oportunidades (por infinitamente lejana que pudiera parecer). Entonces, las necesidades públicas deben satisfacerse a través del esfuerzo de los que pueden. Habrá que diseñar un esquema de tributos que solucione una razonable estructura de colectivos. Es irracional imaginar que los costos pueden ser cumplidos por quienes menos tiene y más necesitan.
Probablemente haya sido ese apetito solidario el que movió a los ediles y no la recurrencia a artilugios electoralistas, como propone nuestro diario.
Comentamos hace un rato largo que esta forma de financiar el transporte urbano sólo podía llevar a la monopolización (y en este mismo Blog).
Esperamos el debate.

jueves, 16 de abril de 2009

¡Cuánta desprolijidad!


Los responsables del sistema vigente de patentamiento vehicular han dilapidado sus posibilidades.
Basar en una composición de tres letras y tres cifras favorece identificar unos veinte millones de dominios (motos, aparte).
Hasta el momento se han usado de la R a la Z iniciales para designar a los modelos previos a 1995. Esto significa que se van a agotar casi siete millones de chapas posibles en ese propósito.
Los rodados más actuales (del 95, para acá) se inician con A (llegando a completar la H, hoy). o sea, otras seis millones de patentes virtuales.
La realidad indica que no hay oblando impuesto no mucho más de siete millones de vehículos de más de dos ruedas.
Para los responsables del sistema han alcanzado algo menos de 13, sin embargo.
¿A qué podrá deberse semajante desprolijidad? Quizá, probablemente a una desordenada distribución entre los trescientos Registros repartidos en el País, sin afán alguno de eficacia por parte de los funcionarios nacionales.
Valga este tema para pintar la desidia con la que se empeñan quienes están a cargo de decidir y ejecutar la cosa pública.
Obviamente, esta irregularidad no es exclusivamente nuestra. Es consecuencia del desmedido volumen que se ha dado al aparato estatal en todo el Mundo.