domingo, 10 de junio de 2012

GPS, cero.

Nuestra sociedad deambula sin encontrar la senda.
Los atisbos de democracia a la que aspiramos en los 80 se han ido desvirtuando a poco de andar. No hay modo de pretender la equidad en un sistema constituido como el argentino sobre un orden de representatividades.
Sin partidos no hay forma de ejercitar la democracia. Seguiremos eligiendo figuritas sin un proyecto mayoritario. Los partidos enriquecen la militancia, conforman dirigentes, postulan proyectos y medios de alcance. Controlan a los mandatarios y a sus asistentes. Robustecen el federalismo encaminando el poder de las provincias en la determinación del camino nacional.
Nada de lo que existe hoy sirve como partido. Quizá deberíamos homenajear a su historia y declararlos finados. Las vías de representación popular tienen  que ser construidas desde las bases, con participación masiva. Deberemos arrancar en las comunas, identificando necesidades y recomendaciones sectoriales. Habrá que apoyarse de una buena vez en las casas de estudio para ese propósito.


Los cacerolazos que integran hoy las voces de la reacción son una consecuencia del desgobierno. El ejecutivo no asumió la conducción de la democracia: sólo busca consolidar sus recursos de poder en un esquema que bien se ha definido como populista ( continuismo, demagogia, clientelismo, centralización). La presidente no acepta que su rol es el de mandataria de toda la sociedad, obligada a proveer la unidad y la seguridad. Actúa constantemente forzando conflictos y división. Mide sus fuerzas aparentes chocando contra los pesados y arrastrando a sus fieles de circunstancia a ahondar la secesión.
Lamentablemente, esta pobre economía, asfixiada por la monopolización privada y estatal, está destruyendo a la clase media. Y tal es el resorte más preciado de la consolidación política de la sociedad.

viernes, 23 de marzo de 2012

Despropósitos

Las conocidas y odiosas multas significan una quita a la capacidad económica del infractor. Los recursos que toma la autoridad merced a ello deberían estar orientados a que lo que se le restó al mal vecino sea volcado a la comunidad que sufrió su ilicitud de modo de reparar el daño eventual.
Pero: ¿cómo se puede lograr que un propósito así sea cumplido cuando la autoridad maneja objetivos de gasto tan dispersos y alejados del ya destacado?.


Cuando muchísimos dineros son imputados a la propaganda de presuntas gestiones para sostener económicamenta a medios de comunicación para orientar críticas y modelar opiniones, es imposible comprobar que lo obtenido por las multas pueda derivarse a la meta genuina de esos fondos. Lo mínimo que podría hacerse en forzar a la autoridad a que la recaudación por multas (mal tránsito, mal comercio, mala industria, etc.) sea estrictamente imputado a propósitos comunitarios (comedores, centros sanitarios y educativos).
No sabemos qué opinarán los concejales.

lunes, 5 de marzo de 2012

Davidovsky

Como todos los 4 de marzo más recientes, el alma se llena de alegría y congoja. El primer efecto surge de la celebración del cumpleaños de Mario Davidovsky. La rabia es consecuencia de nuestra deshumanidad al ignorar su valiosa existencia.
Ya contamos en diversos medios que Mario nació en Médanos (a 50 km de Bahía Blanca); que hizo el secundario en el Nacional Buenos Aires; que se graduó en Matemática y mantuvo su pasión por la música. En 1974 obtuvo el Premio Pulitzer por sus aportes a las artes. Tras haber inventado el sintetizador (simbiosis de sus pasiones por la música y la matemática), su Sinfonía N°6 fue galardonada ese año en los EEUU.


La admirable humildad de este genio de 78, que integra la lista de los diez más grandes compositores vivos del planeta, cuya ciudadanía honoraria no quiso ser reconocida aún por su pago chico, nos hace sentir orgullosos y comprometidos para siempre en lograr que su tierra natal le dé el reconocimiento insoslayable.
Supimos de él a través de su compañero de banco del Nacional BsAs, el inolvidable "Tátele" Tcherbbis, con quien Mario mantenía feliz comunicación.
Esta nota le va a llegar a Nueva York, donde reside desde que fue comprometido por las más importantes casas de estudios norteamericanas. Que sepa que cada 4 de Marzo volvemos a sentirnos dignamente humanos.

domingo, 26 de febrero de 2012

Que no pase de ser noticia

La tragedia de Once hizo creíble la cercanía del desastre.
Un tren sin frenos mató a más de cincuenta seres humanos y dejó heridos a más de seiscientos. Un conductor de 28, que todavía confunde realidades e imágenes, llevó al desastre esperable una máquina injustificable.
Un clan empresario que empezó a crecer descomunalmente en los 90, los Cirigliano (y asociados), son los culpables de la imprevisión, el dolo y la muerte. Fueron siempre acomodándose a las autoridades cambiantes y su descontrol, su incapacidad y su desvergüenza estallaron ante cientos de inconsolables familias.
Esto no puede quedar así. El juez tiene que impulsar la expropiación. El Estado tiene que hacerse cargo de todos los bienes (y males) de ese grupo y compensar a todos los damnificados.



Es incuestionable. La sociedad falló (otra vez) en prevenir, proteger, controlar. Es hora de retribuir a los que sufren por la pérdida de vidas y recursos. El aparato público, al que se le confió la autoridad, fracasó. Los responsables somos todos. Entre todos tenemos que hacernos sentir cerca, muy cerca, de los damnificados y aliviar sus pesares.
No debe quedar sin castigo el agente público que debió vigilar y reclamar lo debido a sus concesionarios. Por más que la presidenta no sienta fuerzas para ligarse al drama, el poder de los jueces tiene que ubicar las cosas en su lugar.
Esta obligación del Estado se tiene que extender a todo residente de esta tierra que sufra a consecuencia de la negligencia, ineptitud o perversión de quienes fueron votados para mandar. Toda familia segada por la falta de prevención, inteligencia o la inacción tiene derecho a recibir de todos nosotros la compensación que ayude a seguir adelante (como sea).

domingo, 19 de febrero de 2012

Gobierno popular y gobierno populista

Dante M. Caputo describió en Perfil:

Gobierno popular es aquel que tiene como meta mejorar el bienestar del mayor número de habitantes. Posee como objetivo, a través de sus políticas públicas, el bienestar de las grandes mayorías sociales. Naturalmente, usted puede pensar que un gobierno populista busca lo mismo. Es cierto, si no es demagógico (ése es el caso cuando declara ese objetivo sólo para lograr el apoyo de las mayorías), la meta es la misma. La diferencia, creo, sustancial radica en la capacidad de ser sustentable. Me refiero a la durabilidad, ampliación y regeneración de las condiciones que lo estabilizan políticamente.
El gobierno popular mejora y difunde el bienestar. Lo hace de manera permanente y cada vez más inclusiva, no sólo por un período corto. Un gobierno populista privilegia en cambio los efectos inmediatos de sus políticas por encima de la duración de estos efectos.




Por ejemplo, una fuerte distribución del ingreso obviamente mejora las condiciones de vida de la población. Pero si esa distribución se basa en una capacidad económica circunstancial, sin prever cómo se sostendrá en el tiempo, cuando cambien las circunstancias de la coyuntura, cuando se vacíen las arcas, se acabarán la distribución y el bienestar. El populismo no prevé el largo plazo. Logra un fulgurante apoyo político y suele, como la historia lo demuestra, terminar en crisis económica, social y política.
Pan para hoy, hambre para mañana. El gobierno popular no cede a la tentación inmediatista. Construye la duración del bienestar. Su principal labor no es el reparto súbito, sino la creación de un bienestar durable y creciente. Enfrente, están los gobiernos oligárquicos (la palabra no califica, sino que describe). Esto es, gobierno para pocos.
¿Por qué en la refinanciación de sus deudas los Estados de Europa pagan 600 veces más que los bancos privados? Si se pudo hacer con los bancos, ¿por qué no se puede con los pueblos? Esa es la divisoria de aguas: a quién se quiere beneficiar, a quién se impone el sacrificio. El modelo griego es el de un gobierno antipopular.
El problema es que detrás de esta batalla de denominaciones suele esconderse la posibilidad de un drama mayor. El populismo, que no se plantea la sustentabilidad de sus cambios, genera las “Grecias” del futuro.
En un mundo donde la democracia sea superada por la solución financiera de las crisis políticas o en el que los populismos reemplacen a los gobiernos populares se conformará un sistema inestable de relaciones. Incluso, peligroso. Sociedades inestables generan relaciones inestables entre las naciones.

viernes, 17 de febrero de 2012

Populismo

Más o menos cerca del comienzo del ciclo lectivo, recordamos la decisión oficial de repartir unos cientos de miles de netbooks entre alumnos y docentes.
No se ha analizado el gesto cabalmente.
Unos 500 millones de pesos fueron tomados de los impuestos (que sustraen unos 40 centavos de cada peso recibido por un trabajador o un jubilado) para llevar a cabo un acto proselitista.



¿Por qué el gobierno salteó toda al estructura comercial, que significa empleo, esfuerzo empresario, activación de las redes auxiliares al comercio, el rol de los bancos, etcétera, para usar dinero público en una jugada electoralista?
Desde el punto de vista del Estado, la acción debilita la responsabilidad que le cabe a las autoridades para sostener y alentar el aparato productivo. Es una medida orientada a exaltar el clientelismo, con un uso indebido de los dineros sociales y que debilita la castigada estructura comercial argentina.
El gesto se encuadra dentro de lo que es el populismo, categoría politológica tan bien definida por algunos pensadores (no, los de Carta Abierta; obviamente), por su intención demagógica, su inacción ante el mal reparto, la desmesura del resorte estatal y la voluntad dinástica.

domingo, 12 de febrero de 2012

Balance

Este blog ha sido abierto 457 veces. Ha exhibido 63 notas en toda su historia.
Civismo Digital alcanzó hasta hoy a 4179 visitas. Invitó a revisar sus 258 artículos en los casi siete años de existencia.
Prisionero de Guerra, homenaje que hacemos a Antonio Sécolo (90), obligado a sumarse a las diezmadas tropas de Benito Juárez Mussolini sobre el final de la guerra, fue observado por 137 curiosos. Consta de un solo texto, que resume el relato de nuestro caro vecino.
Aprendiendo a Biajar expone, al estilo del incomparable César Bruto, experiencias turísticas abonadas por el espíritu de dos bahienses (uno, sobrino mío) que se han animado a cubrir distancias hasta Alaska (en cuatro años). No es esa sola aventura la que enima el blog. Hubo, hasta hoy, 1307 lecturas de 49 notas.
Viva el Fùtbol, que difunde ideas y comentarios y dio a conocer un juego de mesa que hemos patentado del balompié (lo que no significa que vamos a correr la pelota sobre una mesa), llegó a 1023 veces en que despertó interés sobre sus 40 entradas.
Hacemos este anuncio porque nos alegra saber de tanta compañía. A la vez, reconocer que éste es otro eficaz medio de comunicación.
Vale agregar que nuestros lectores residen en América (Sud y norte), Alemania, Rusia, España, Finlandia.

http://civismodigital.blogspot.com
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