Los románticos tienen pleno derecho a sentirse defraudados. Aquellos que se comprometieron con un peronismo embanderado con la justicia social tienen motivos más que sobrados para amargarse.
No sólo por lo que hoy ocurre. Por la historia misma del movimiento.
Se dan situaciones cotidianas que desnudan las contradicciones entre la idea y la realidad. Sin ir al nivel mundial (o nacional, en todo caso) vivimos esos constrastes en continuado.
Poder moverse para ir a una escuela, al trabajo o a un hospital es una necesidad prioritaria en cualquier lugar del mundo. ¿Cómo puede entenderse que tras los topetazos ultraconservadores, los procesos dictatoriales, el fracaso de los proyectos populistas se derrame mansamente el humor más injusto? ¿Puede aceptarse que en la reposición del mandato a lo más parecido al peronismo siga sosteniéndose al "mercado" como el instrumento preciso de igualdad y justicia?
El intendente de Bahía Blanca acaba de duplicar el boleto del servicio de colectivos urbanos. Le va a agregar un subsidio para cubrir la ineludible rentabilidad (cerca de un 5% de lo que paga el usuario).
Volvemos a que se trata de una prestación que debería llenar una necesidad básica. Esa condición obliga a financiarlo entre todos los vecinos. No sólo sobre la gran mayoría que no tiene vehículo propio o facilidad de moverse en taxi. Lo que se justificaría es que se cubran los gastos a través del sistema impositivo y que los que más pueden ayuden al mérito de los que menos tienen.
El "mercado" (o sea, la oferta y la demanda actuando "libremente") podrán ofrecer resolución a los consumos menos importantes. No, a la vivienda, la movilidad, la educación o la salud.
La comuna local reclama 170 pesos mensuales, en promedio, por familia. La mitad se destina a sueldos.
El costo sanitario bahiense es altísimo porque nunca se logró armonizar los desenvolvimientos del Municipal y del "Penna". Los dos prometen alta complejidad superponiendo prestaciones y presupuestos.
Hay otros varios factores que inciden en la gran masa de recursos que demanda el despliegue del municipio.
Habría que revisarlos de una buena vez.