La tragedia de Once hizo creíble la cercanía del desastre.
Un tren sin frenos mató a más de cincuenta seres humanos y dejó heridos a más de seiscientos. Un conductor de 28, que todavía confunde realidades e imágenes, llevó al desastre esperable una máquina injustificable.
Un clan empresario que empezó a crecer descomunalmente en los 90, los Cirigliano (y asociados), son los culpables de la imprevisión, el dolo y la muerte. Fueron siempre acomodándose a las autoridades cambiantes y su descontrol, su incapacidad y su desvergüenza estallaron ante cientos de inconsolables familias.
Esto no puede quedar así. El juez tiene que impulsar la expropiación. El Estado tiene que hacerse cargo de todos los bienes (y males) de ese grupo y compensar a todos los damnificados.
Es incuestionable. La sociedad falló (otra vez) en prevenir, proteger, controlar. Es hora de retribuir a los que sufren por la pérdida de vidas y recursos. El aparato público, al que se le confió la autoridad, fracasó. Los responsables somos todos. Entre todos tenemos que hacernos sentir cerca, muy cerca, de los damnificados y aliviar sus pesares.
No debe quedar sin castigo el agente público que debió vigilar y reclamar lo debido a sus concesionarios. Por más que la presidenta no sienta fuerzas para ligarse al drama, el poder de los jueces tiene que ubicar las cosas en su lugar.
Esta obligación del Estado se tiene que extender a todo residente de esta tierra que sufra a consecuencia de la negligencia, ineptitud o perversión de quienes fueron votados para mandar. Toda familia segada por la falta de prevención, inteligencia o la inacción tiene derecho a recibir de todos nosotros la compensación que ayude a seguir adelante (como sea).
Nos unimos para entender, proponer y debatir el presente de nuestra comunidad urbana. Cómo y por qué somos y de qué modo podríamos mejorar nuestra democracia local.
domingo, 26 de febrero de 2012
domingo, 19 de febrero de 2012
Gobierno popular y gobierno populista
Dante M. Caputo describió en Perfil:
Gobierno popular es aquel que tiene como meta mejorar el bienestar del mayor número de habitantes. Posee como objetivo, a través de sus políticas públicas, el bienestar de las grandes mayorías sociales. Naturalmente, usted puede pensar que un gobierno populista busca lo mismo. Es cierto, si no es demagógico (ése es el caso cuando declara ese objetivo sólo para lograr el apoyo de las mayorías), la meta es la misma. La diferencia, creo, sustancial radica en la capacidad de ser sustentable. Me refiero a la durabilidad, ampliación y regeneración de las condiciones que lo estabilizan políticamente.
El gobierno popular mejora y difunde el bienestar. Lo hace de manera permanente y cada vez más inclusiva, no sólo por un período corto. Un gobierno populista privilegia en cambio los efectos inmediatos de sus políticas por encima de la duración de estos efectos.
Por ejemplo, una fuerte distribución del ingreso obviamente mejora las condiciones de vida de la población. Pero si esa distribución se basa en una capacidad económica circunstancial, sin prever cómo se sostendrá en el tiempo, cuando cambien las circunstancias de la coyuntura, cuando se vacíen las arcas, se acabarán la distribución y el bienestar. El populismo no prevé el largo plazo. Logra un fulgurante apoyo político y suele, como la historia lo demuestra, terminar en crisis económica, social y política.
Pan para hoy, hambre para mañana. El gobierno popular no cede a la tentación inmediatista. Construye la duración del bienestar. Su principal labor no es el reparto súbito, sino la creación de un bienestar durable y creciente. Enfrente, están los gobiernos oligárquicos (la palabra no califica, sino que describe). Esto es, gobierno para pocos.
¿Por qué en la refinanciación de sus deudas los Estados de Europa pagan 600 veces más que los bancos privados? Si se pudo hacer con los bancos, ¿por qué no se puede con los pueblos? Esa es la divisoria de aguas: a quién se quiere beneficiar, a quién se impone el sacrificio. El modelo griego es el de un gobierno antipopular.
El problema es que detrás de esta batalla de denominaciones suele esconderse la posibilidad de un drama mayor. El populismo, que no se plantea la sustentabilidad de sus cambios, genera las “Grecias” del futuro.
En un mundo donde la democracia sea superada por la solución financiera de las crisis políticas o en el que los populismos reemplacen a los gobiernos populares se conformará un sistema inestable de relaciones. Incluso, peligroso. Sociedades inestables generan relaciones inestables entre las naciones.
Gobierno popular es aquel que tiene como meta mejorar el bienestar del mayor número de habitantes. Posee como objetivo, a través de sus políticas públicas, el bienestar de las grandes mayorías sociales. Naturalmente, usted puede pensar que un gobierno populista busca lo mismo. Es cierto, si no es demagógico (ése es el caso cuando declara ese objetivo sólo para lograr el apoyo de las mayorías), la meta es la misma. La diferencia, creo, sustancial radica en la capacidad de ser sustentable. Me refiero a la durabilidad, ampliación y regeneración de las condiciones que lo estabilizan políticamente.
El gobierno popular mejora y difunde el bienestar. Lo hace de manera permanente y cada vez más inclusiva, no sólo por un período corto. Un gobierno populista privilegia en cambio los efectos inmediatos de sus políticas por encima de la duración de estos efectos.
Por ejemplo, una fuerte distribución del ingreso obviamente mejora las condiciones de vida de la población. Pero si esa distribución se basa en una capacidad económica circunstancial, sin prever cómo se sostendrá en el tiempo, cuando cambien las circunstancias de la coyuntura, cuando se vacíen las arcas, se acabarán la distribución y el bienestar. El populismo no prevé el largo plazo. Logra un fulgurante apoyo político y suele, como la historia lo demuestra, terminar en crisis económica, social y política.
Pan para hoy, hambre para mañana. El gobierno popular no cede a la tentación inmediatista. Construye la duración del bienestar. Su principal labor no es el reparto súbito, sino la creación de un bienestar durable y creciente. Enfrente, están los gobiernos oligárquicos (la palabra no califica, sino que describe). Esto es, gobierno para pocos.
¿Por qué en la refinanciación de sus deudas los Estados de Europa pagan 600 veces más que los bancos privados? Si se pudo hacer con los bancos, ¿por qué no se puede con los pueblos? Esa es la divisoria de aguas: a quién se quiere beneficiar, a quién se impone el sacrificio. El modelo griego es el de un gobierno antipopular.
El problema es que detrás de esta batalla de denominaciones suele esconderse la posibilidad de un drama mayor. El populismo, que no se plantea la sustentabilidad de sus cambios, genera las “Grecias” del futuro.
En un mundo donde la democracia sea superada por la solución financiera de las crisis políticas o en el que los populismos reemplacen a los gobiernos populares se conformará un sistema inestable de relaciones. Incluso, peligroso. Sociedades inestables generan relaciones inestables entre las naciones.
viernes, 17 de febrero de 2012
Populismo
Más o menos cerca del comienzo del ciclo lectivo, recordamos la decisión oficial de repartir unos cientos de miles de netbooks entre alumnos y docentes.
No se ha analizado el gesto cabalmente.
Unos 500 millones de pesos fueron tomados de los impuestos (que sustraen unos 40 centavos de cada peso recibido por un trabajador o un jubilado) para llevar a cabo un acto proselitista.
¿Por qué el gobierno salteó toda al estructura comercial, que significa empleo, esfuerzo empresario, activación de las redes auxiliares al comercio, el rol de los bancos, etcétera, para usar dinero público en una jugada electoralista?
Desde el punto de vista del Estado, la acción debilita la responsabilidad que le cabe a las autoridades para sostener y alentar el aparato productivo. Es una medida orientada a exaltar el clientelismo, con un uso indebido de los dineros sociales y que debilita la castigada estructura comercial argentina.
El gesto se encuadra dentro de lo que es el populismo, categoría politológica tan bien definida por algunos pensadores (no, los de Carta Abierta; obviamente), por su intención demagógica, su inacción ante el mal reparto, la desmesura del resorte estatal y la voluntad dinástica.
No se ha analizado el gesto cabalmente.
Unos 500 millones de pesos fueron tomados de los impuestos (que sustraen unos 40 centavos de cada peso recibido por un trabajador o un jubilado) para llevar a cabo un acto proselitista.
¿Por qué el gobierno salteó toda al estructura comercial, que significa empleo, esfuerzo empresario, activación de las redes auxiliares al comercio, el rol de los bancos, etcétera, para usar dinero público en una jugada electoralista?
Desde el punto de vista del Estado, la acción debilita la responsabilidad que le cabe a las autoridades para sostener y alentar el aparato productivo. Es una medida orientada a exaltar el clientelismo, con un uso indebido de los dineros sociales y que debilita la castigada estructura comercial argentina.
El gesto se encuadra dentro de lo que es el populismo, categoría politológica tan bien definida por algunos pensadores (no, los de Carta Abierta; obviamente), por su intención demagógica, su inacción ante el mal reparto, la desmesura del resorte estatal y la voluntad dinástica.
domingo, 12 de febrero de 2012
Balance
Este blog ha sido abierto 457 veces. Ha exhibido 63 notas en toda su historia.
Civismo Digital alcanzó hasta hoy a 4179 visitas. Invitó a revisar sus 258 artículos en los casi siete años de existencia.
Prisionero de Guerra, homenaje que hacemos a Antonio Sécolo (90), obligado a sumarse a las diezmadas tropas de Benito Juárez Mussolini sobre el final de la guerra, fue observado por 137 curiosos. Consta de un solo texto, que resume el relato de nuestro caro vecino.
Aprendiendo a Biajar expone, al estilo del incomparable César Bruto, experiencias turísticas abonadas por el espíritu de dos bahienses (uno, sobrino mío) que se han animado a cubrir distancias hasta Alaska (en cuatro años). No es esa sola aventura la que enima el blog. Hubo, hasta hoy, 1307 lecturas de 49 notas.
Viva el Fùtbol, que difunde ideas y comentarios y dio a conocer un juego de mesa que hemos patentado del balompié (lo que no significa que vamos a correr la pelota sobre una mesa), llegó a 1023 veces en que despertó interés sobre sus 40 entradas.
Hacemos este anuncio porque nos alegra saber de tanta compañía. A la vez, reconocer que éste es otro eficaz medio de comunicación.
Vale agregar que nuestros lectores residen en América (Sud y norte), Alemania, Rusia, España, Finlandia.
http://civismodigital.blogspot.com
http://sietefugas.blogspot.com
http://aprendiendoabiajar.blogspot.com
http://viva-el-futbol.blogspot.com
Civismo Digital alcanzó hasta hoy a 4179 visitas. Invitó a revisar sus 258 artículos en los casi siete años de existencia.
Prisionero de Guerra, homenaje que hacemos a Antonio Sécolo (90), obligado a sumarse a las diezmadas tropas de Benito Juárez Mussolini sobre el final de la guerra, fue observado por 137 curiosos. Consta de un solo texto, que resume el relato de nuestro caro vecino.
Aprendiendo a Biajar expone, al estilo del incomparable César Bruto, experiencias turísticas abonadas por el espíritu de dos bahienses (uno, sobrino mío) que se han animado a cubrir distancias hasta Alaska (en cuatro años). No es esa sola aventura la que enima el blog. Hubo, hasta hoy, 1307 lecturas de 49 notas.
Viva el Fùtbol, que difunde ideas y comentarios y dio a conocer un juego de mesa que hemos patentado del balompié (lo que no significa que vamos a correr la pelota sobre una mesa), llegó a 1023 veces en que despertó interés sobre sus 40 entradas.
Hacemos este anuncio porque nos alegra saber de tanta compañía. A la vez, reconocer que éste es otro eficaz medio de comunicación.
Vale agregar que nuestros lectores residen en América (Sud y norte), Alemania, Rusia, España, Finlandia.
http://civismodigital.blogspot.com
http://sietefugas.blogspot.com
http://aprendiendoabiajar.blogspot.com
http://viva-el-futbol.blogspot.com
jueves, 9 de febrero de 2012
El superministro
Mario Guillermo Moreno (Buenos Aires, 15 de octubre de 1955) se desempeñó durante el mandato gubernamental de Néstor Kirchner y fue ratificado en el gabinete por Cristina Fernández.
Hay frases que lo caracterizan:
Acerca de Moreno
"El problema, además de sus pésimos modales, es un inepto y un incapaz. Es de una ineficacia implacable."
Martín Lousteau, ex Ministro de Economía.
"Moreno es uno de los hombres más incapaces e inútiles que tiene este Gobierno. En todos los lugares que tocó hizo desastres."
Ernesto Sanz, jefe del bloque de la Unión Cívica Radical en el Senado nacional.
"Moreno no solamente comete delitos periódicos, sino que, además, es completamente ineficiente."
Adrián Pérez, jefe de la bancada de la Coalición Cívica en la Cámara de Diputados nacionales.
"Con sus estadísticas falsas, los controles de precios y la pretensión de fijar cuánto deben producir las empresas y con qué margen de ganancia, lo único que consiguió Moreno fue construir un fenomenal antídoto contra las inversiones que el país necesita. Defender el método Moreno, que tiene a Néstor Kirchner detrás, es un verdadero suicidio."
Oscar Aguad, jefe de la bancada de la Unión Cívica Radical en la Cámara de Diputados nacionales.
"[Moreno] cree que la economía se maneja con órdenes, como si fuera un general. A eso se debe el desastre del INDEC y el mamarracho de los precios controlados. [La actividad de Moreno] destruyó cadenas productivas como las de la carne y la leche beneficiando a grandes empresas".
Federico Pinedo, jefe de la bancada de Propuesta Republicana en la Cámara de Diputados nacionales.
"Hay evidentemente una valoración que no logro entender de Moreno. En verdad mis mayores cuestionamientos son a sus políticas, que son de una extraordinaria ineficacia. Y es por eso que hay que revisar la continuidad de esas políticas, amén de la continuidad de Moreno."
Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete 2003-2008.
"Hay que despedir al señor Moreno y poner en su lugar autoridades económicas en serio, reformular el INDEC para tener índices creíbles y dar por fracasada la política de precios llevada adelante por el Secretario de Comercio."
Elisa Carrió, titular de Coalición Cívica.
"[La permanencia de Moreno en el Gobierno] raya en la locura para mí. Un gobierno democrático o inteligente no puede tener un funcionario como Moreno. Por los modos, un gobierno democrático no puede tolerar un secretario así, y, por la ineficiencia o la ineficacia, un gobierno inteligente tampoco. Moreno ha roto absolutamente todo lo que ha tocado, todo, todo. [...] Puede conseguir algo [Moreno] en el cortísimo plazo, pero estructuralmente ha destrozado todo. Algún día alguien va a sacar la cifra de cuánto le ha costado Moreno al país. Decenas de miles de millones de dólares."
Martín Lousteau (otra vez), ex Ministro de Economía.
Dichos atribuidos a Moreno:
"Mis muchachos son expertos en partirle la columna y hacerle saltar los ojos al que hable."
Al dirigirse a directivos de la empresa Papel Prensa.
"Si te estás fundiendo es porque sos un boludo."
Al dirigirse a un empresario del sector lácteo.
"La próxima vez, vengan con sus mujeres. Ya estoy cansado de cogérmelos a ustedes."
Al dirigirse a empresarios del sector petrolífero.
"Pebeta, no te metás con el INDEC, detrás de ese tema hay mucho derpo (sic)."
Al dirigirse a Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor.
"Les voy a explicar una cosa: esta nueva gestión se va a manejar con pelotas y el que tiene las pelotas más grandes soy yo. ¿Me escucharon?"
Al dirigirse a empresarios del sector de telecomunicaciones.
"Vos no entendés. Acá trazamos una línea. De un lado estamos nosotros y a todos los que están del otro lado les vamos a cortar la cabeza."
Al dirigirse a Martín Lousteau, entonces Ministro de Economía, refiriéndose a los productores agropecuarios.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)