miércoles, 21 de diciembre de 2011

Binner decepciona

Hermes Binner, propuesto a la presidencia nacional por el Frente Amplio Progresista (socialistas, GEN, CTA, etc.) tuvo expresiones poco felices en cuanto a un concepto democrático en el espacio de curiosidades políticas que conduce Alfredo Leuco por cable.
Sorprendentemente, el ex candidato esclareció que, ante el derecho constitucional a la vivienda, es obligación estatal proveerla. Ya sea a través de mecanismos del PEN, por transferencia a gobernadores o intendentes, remarcó el médico santafesino, es como debe actuar la autoridad y, no, concediendo esa acción a entes privados (señalando la entidad liderada por Hebe Bonafini).


En contraste, Binner había comenzado su participación televisiva pidiendo recordar la estrategia de su gobierno al promover el cónclave entre la CGT provincial y la UIA de esa jurisdiccción. Insistió en la alternativa del diálogo para concretar proyectos comunes a la sociedad. (Cuando citó a la CGT se dio cuenta de no olvidarse de la CTA). Pidió a la Presidencia que recurra a esa fórmula para originar espacios de encuentro y proyección.
Ahí se equivocó.
Ni la UIA o la CGT- CTA tienen representatividad institucional para promover políticas. Pueden hacerlo a través del Congreso, donde sí reside el poder conferido socialmente por representatividad. De esa forma se conjuga la democracia. Lo que Binner exalta son recursos propios de modelos como el impulsado por la Italia mussolinista (y homenajeados por el peronismo). Es decir, el corporativismo, que pone en riesgo la consolidación democrática porque establece arquitecturas paralelas a la constitucional que adoptamos. El despliegue de cuñas, que agrupan intereses comunes, no alcanza status en un esquema de democracia debido a que alienta el lobbismo, el clientelismo y aparta a la autoridad de las vías legítimas de comunicación con las bases.